Orientaciones técnicas para la prevención del suicidio.

La conducta suicida se puede definir como un continuum observable en diferentes grados, que va desde la ideación suicida y la tentativa de suicidio, hasta el suicidio consumado . 
 
Es un comportamiento que puede ser influenciado por múltiples causas y precipitado por diversas situaciones 
que se convierten en eventos desencadenantes. 
 
Según la Clasificación Internacional de Enfermedades (trastornos mentales y del comportamiento), de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1993), del Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM-5) y de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA), la conducta suicida se considera un síntoma de un malestar o trastorno emocional o mental y no representa un diagnóstico de trastorno en sí mismo y, en consecuencia, se debe revisar la presencia de otros síntomas emocionales o comportamentales que en conjunto hagan parte de su diagnóstico. 
 
La conducta suicida se puede diferenciar en tres niveles o categorías: ideación suicida, intento de suicidio y suicidio consumado: •Ideación suicida: se denomina, en sentido general, al conjunto de pensamientos que expresan un deseo o intencionalidad de morir u otras vivencias psicológicas suicidas, tal como la fantasía o prefiguración de la propia muerte. (incluye plan suicida) •Intento de suicidio: se describe como un acto lesivo con resultado no letal, deliberadamente iniciado y realizado por el sujeto. •Suicidio: muerte derivada de lesión, envenenamiento o asfixia mecánica, con evidencia, explícita o implícita, de que fue autoinflingida. 
 
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